No te quedes conmigo si te molesta el polvo del camino, el ruido de la noche...
No te quedes si te asusta mi blusa abierta y mis falta de pudor ante un cuerpo que ame.
Si te molesta el viento en la mirada, o eres de los que no andan descalzos.
No pretendo que cambies nada que no quieras cambiar, pero no intentes que yo cambie.
Si llueve y me empapo de agua, no temo resfriarme, temo que cese pronto.
No voy cabizbaja porque esté triste, estoy pensando en desayunarme las nubes, y estoy escogiendo la más jugosa. Si me ves lejos en tu presencia, no te ignoro, estoy en un lugar en el que espero encontrarte con el tiempo. No siempre ha de compartirse todo. Cuando parezco bailar sin que tú escuches la música, aguza el oído, yo la escucho. Me pierdo para encontrarme conmigo y contigo en lugares transitados por hijos que no tuvimos.
Descubro en mi tristeza la alegría de ser distinta, la certeza de estar viva, pues si no lo estuviera, no dolería tanto. Ando en cosas de otro tiempo y acumulo piedras y ruinas, como el que acumula un caudal en el banco. No busques un regalo comercial si quieres sorprenderme, si lo quieres hacer, envuélveme leyendo un verso o un pensamiento que lo cambie todo ese día. Escoge, por ejemplo:
"Zamira ama los lobos,
quiere escapar del laberinto de piedra y cristal
del dolor.
Zamira: partamos y no regresemos."(Antonio Colinas)
y yo, me estiraré perezosa en el suelo del salón, y me levantaré para cogerte de las manos y partir hacia un mundo donde los lobos hablen y Zamira, tú y yo, seamos felices. De a ratitos, no podría soportar la felicidad eterna, ese placer debe ser insufrible para un alma como el mío, que es feliz a la primera.
No pretendo en ningún momento que te quedes conmigo, aquí en el lugar que está mi cuerpo, esa no es mi casa, esa es mi condena. Si lo haces, quedarte, será en un mundo que no es visible, será en un estado y en un tiempo que tú crearás en mí, que yo crearé por ti, y en ese momento de los ojos desvelados que se rinden por fin al sueño, ahí, si lo decides ,quédate conmigo.
quiere escapar del laberinto de piedra y cristal
del dolor.
Zamira: partamos y no regresemos."(Antonio Colinas)
y yo, me estiraré perezosa en el suelo del salón, y me levantaré para cogerte de las manos y partir hacia un mundo donde los lobos hablen y Zamira, tú y yo, seamos felices. De a ratitos, no podría soportar la felicidad eterna, ese placer debe ser insufrible para un alma como el mío, que es feliz a la primera.
No pretendo en ningún momento que te quedes conmigo, aquí en el lugar que está mi cuerpo, esa no es mi casa, esa es mi condena. Si lo haces, quedarte, será en un mundo que no es visible, será en un estado y en un tiempo que tú crearás en mí, que yo crearé por ti, y en ese momento de los ojos desvelados que se rinden por fin al sueño, ahí, si lo decides ,quédate conmigo.
No te prometo bajarte estrellas, ni vaciarte los bolsillos, ni poner la lavadora, pero prometo darte esperanza cada tarde, cuando el sol cae, y la calle ya no esté tan nueva, ni los niños huelan a limpio y las señoras a cerezas.
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