domingo, 16 de noviembre de 2014

Clara...

https://www.youtube.com/watch?v=rvqwH_mSZco   Ailein Duinn

 

Querida hermana,
 
de nuevo te escribo para contarte las nuevas. Apenas ha sucedido nada desde tu última visita. madre sigue creyendo que no pienso, y yo sigo creyendo que ella no está en este mundo.
Recordarás os senté a todas para deciros que había roto mi compromiso y que empezaría por fin, mi historia real, cierta, ya nada de cartas desde América. Él iba a conjugar los astros para haciendo lo imposible si fuera preciso, venir por fin a visitarme y aunque yo sé que a decirme que se iría de nuevo, quedaba la esperanza que al verme, de vez en cuando se pasara.
Supongo no darás crédito a lo que lees. Pues hazlo, no podría bromear con esto. Los pequeños emocionados, no creyendo que mi suerte fuera a cambiar. Madre, recuerdas? casi a punto de caer las lágrimas, y tú, más contenta no podías estar.
Pues no lo hizo. Me consideró indigna y desleal. A mí querida mía, que sabes lo que él ignora de mi vida. Después de pasado el interrogatorio de madre, la vergüenza de contarle estos locos amores, de desnudar mi alma, me dejó más tirada que una lata vieja en el corral. Recuerdas la parte del abono? Yo creo si hubiera podido ,me habría lanzado allí mismo! Supongo sus ojos echando fuego, porque por su boca parecía un dragón.
En su mundo, no sé si saben de mí, pero te aseguro que ahora, sí que cojo los hábitos de la tía Ernestina, es tanta la vergüenza ,que hasta me cuesta contarlo. Imagina a la prima Hipólita, ella feliz porque con ella se sigue carteando. Ya sabes, quién se iba a fijar en la hija tonta del médico? Sigue con su pompa y pasando hambre. Yo desde que padre murió, supe que era mejor trabajar y llevar algo a la boca, porque la esmirriada aquella con la que se fugó, no sé cómo lo enredaría (bueno ,sí lo sé, y tú también ,pero es de mal gusto dejarlo escrito) para quedarse con la casa y las posesiones que en su mayor parte eran de madre. Después de que no me defendiera, yo preferí callar ante tanto insulto, no he vuelto a dirigirle la palabra. Ella en su mundo irreal, y yo limpiando en casa de la panadera desde el alba. Me duelen partes del cuerpo que no sabía que tenía!
No sé cómo verás tú que desaparezca del mundo. Ya sé que nada hice, pero todos siguen preguntando por el galán, y los que algo saben, lo saben a medias, y estoy harta de las miradas y murmullos cuando paso. El hijo de la panadera siguió empeñado en casarse conmigo. Me dijo:
- A tus años, está visto que nadie lo hará, cásate conmigo. No tienes ya nada donde elegir después de esto.
Ya sabes mi mal carácter, así que me levanté, estaba fregando sus escaleras, estiré las mangas, estiré el mandil y le crucé la cara con el trapo. Aún me río al acordarme. De verdad este tonto, este fijo lo es más que yo, me ve vieja y desesperada por encontrar marido? Como si tú y yo no supiéramos que la suerte que tuvo nuestra hermana, solo está destinada a unas pocas! me niego querida, si llego a contraer nupcias con uno de estos que ya me trata así, no quiero ni pensar lo que haría cuando me crea de su propiedad como una de sus vacas.
Es por eso te digo, todo está igual. Madre en su mundo, nuestra hermana retozando con su marido ,aunque a veces me sujeta la barbilla y me dice:- Clara, cariño, no te preocupes, no hay nadie como tú, eres especial. Claro, no íbamos a ser tontos todos en la familia, por suerte, tú siempre me has entendido!. Los pequeños no saben lo que cuesta tirar por esto, por eso la renuncia al mundo me parece buena idea, pero si vosotras no os podéis hacer cargo de ellos, supongo me quedaré aquí . Al fin y al cabo, es lo que hice siempre aunque madre no me lo reconociera. No hay esperanza de cambio para mí, ni esperanza de amor compartido.
Deseando que sigáis bien y tu embarazo marche como hasta ahora, se despide tu hermana Clara, que te quiere.



Querida hermana. Respondo tu carta, de carrera, pues he de cocer la leche, luego ya sabes, madre quiere que la chica nos haga esas madalenas y bizcochos que tanto nos gustan. Me alegro que hayas encontrado trabajo, pero eso de que tan pronto tengas pretendientes, dice la abuela, que no es que no lo valgas, pero que la capital está llena de hombres "malos" que toman el pelo a las muchachas buenas y formales, que lo que buscan todos está entre las piernas. Yo, le corregí y le dije, que tú no guardas ahí la cartera. Me miró entre enfadada, asombrada y divertida, pero acabó farfullando , como siempre a madre, que no, que tonta, tonta, no soy, pero que más de una vez lo parezco. Yo ya tengo asumido que soy tonta, pero como no entendí, le pregunté a la chica, que es la que tenía más a mano. Me dijo, entre carcajadas y tocando mi barbilla, ayyyy Clara, Clara...no es la cartera lo que ahí guarda tu hermana. Mira hija, para que lo entiendas, se llama coño, las finas, como las señoras, (digo yo hable de madre y de la abuela) no lo llaman así. Le dicen la honra, más que nada, porque si la pierdes, por embarazo, que si no, quién va a saberlo fijo, se entera todo el mundo. Y a mí me llaman tonta? Pero cómo vas a perder la honra por el coño, y qué tiene que ver con el embarazo? Te digo, que desde que tú no estás, que me explicabas las cosas, cada día estoy menos enterada de nada.
   Mira, yo me alegro que tengas pretendientes, a mí, me parece bien un pastelero, ya sabes, que con carnicero ya contamos, hija, y si manda tartas ya ni te cuento.
   No me entretengo, pues antes te comenté tengo labores pendientes. Contenta de mandarte abrazos y de que sigas bien, tu hermana que te quiere: Clara.
--24 septiembre 2013--
 
 
 
 
Querida Clara, soy demasiado impaciente para terminar un poema con tu nombre. Demasiadas veces lo he intentado y todas me he rendido, unas veces por ebrio y las menos por sobrio.
He de reconocerte que paso las noches vagando, de tascas, de malecón a farola, como si el resto del mundo no fuera conmigo. Hay veces en que me acompaña tu recuerdo, algunas, eres tú quien lo hace, o eso imagino, o tal vez es lo que deseo.
Son noches y días en que mi compañía es la piedra en la que tropiezo o en la que me siento, costumbre que sé compartes conmigo. Siempre me gustó esa mujer desenvuelta que hace lo que mejor le viene. He de reconocer, que alguna vez pensé eres una muñeca de cristal ,y a mí esas, me producen sarpullidos, pero he de decirte que con el tiempo he redescubierto la fuerza que lleva tus pasos, y lamento no acompañen los míos.
Aún así, querida, permite este dingolodango de mi parte, reconozco que estás mejor sin mí, aunque el alma me pese y me llame imbécil cada día. No podría ser de otro modo, si te amo, debía dejarte libre de mis garras medio podridas del tabaco y la vida.
No dejan de sorprenderme tus arrestos, tus risas y tus esperanzas, veo has decidido vivir a todo tren , con ganas, con rabia la vida que te reste, que no por ser poca, ha de ser desperdiciada.
Es posible que este folio termine también en la papelera con otros que te escribo, sobre todo cuando te echo tanto de menos al clarear la mañana y apuro el último trago.
En el fondo, sé que te hubieras dormido feliz a mi lado, mientras yo aporreo mi cerebro y exprimo mis venas con tinta de vida, que te hubieras sentado a mis pies, y que en alguna forma, estás siempre conmigo ,como si la palabra misma, lo hiciera posible. Tal vez hubieras apurado la botella para que yo no lo hiciera, y eso le diera la posibilidad al tiempo de estar juntos unos instantes más.
Donde quiera que estés, sé libre, sé tú, y nunca cambies esa mirada ingenua que vio en un viejo derrotado por sí mismo, al amor de su vida, así sea corta, así sea lejana e imposible.
Duerme princesa, yo velo tus sueños.
 --4 marzo 2014--
 
 
 
 
 
Ahora que el pasado ha partido es cuando puedo amarte, no mientras estaba en él. No es justo, espero lo comprendas, decirte que te amo, mientras mi cabeza, vivía y volaba unos años atrás. Cómo mirarme en el fondo de tus ojos, cuando un gesto tuyo podría llevarme a otro tiempo que no compartí contigo? Ni aún sabía de tu existencia, por más que pudiera imaginar, incluso después que se fuera de mi cama y de mi vida, del asiento delantero y trasero del coche, de las noches tirados en la arena y en el césped. Creí a cuantos me dijeron que aún me amaba, que aún me ama, pero no hizo nada que me lo demostrara, si estaba sola, era como tú, por miedo, a que llegara alguien como yo y en lo más alto del amor, rompiera sus esquemas y saliera corriendo a perseguir luciérnagas a las tres de la mañana, esa hora a la que sé que nunca duermes. No te pido ahora que me creas, ni que salgas corriendo a golpear mi puerta, ni yo sé dónde estaré mañana, pero si te lo piensas y te atreves, te aseguro he roto las cuerdas que me anclaban al amor que ya es pasado, ahora que comprendí , aunque duela, te soy sincero, que no me ama, que nunca va a volver, que nunca he estado más ciego por ser fiel a mi palabra, ni más solo, ni más cobarde...No te miento, he tenido que aprender que el camino es arduo, que las fuerzas flaquean, pero cuando en la noche más obscura te pienso un instante, mi alma siente algo que creía muerto, y es la ilusión, la esperanza, aunque la mate por no dolerme más adelante, pero sé que puedo confiarla a tus manos. Si te lo piensas y aún me amas, que aunque parezca presuntuoso, sé que sí, mi alma espera por tu alma, pues es eterna, pues nunca muere. Puede que me veas ausente en ocasiones, no te negaré pensaré en cosas de otro tiempo, yo también tengo antiguos miedos y dolores, pero te entrego lo que soy, sin más, querida Clara, ahora que por fin me atrevo, espero tu respuesta, y si la madrugada me sirve de compañía, aquí o ahí, según vea, la espero.
Tuyo siempre, que es cada momento.
--19 marzo 2014--
 
 
 
Querida hermana:

 Te escribo para contarte las nuevas, aunque ya te digo, que creo que no todas son agradables. Empiezo por lo peor, y así, le vamos quitando fuerza a esta misiva. Recuerdas a la sobrina, la de Bilbao, de la Manuela del ultramarinos? Era una muchacha, dicen todos que malcomida, que está en los huesos, y eso es que poca cosa se lleva a la boca. La cosa ,es que en este estío, ardiente donde los haya, que otra vez nos cortan el agua, pues esa misma, tu padre, padre ,qué padre va a ser? se ha fugado con la moza. Dicen las cotillas del pueblo que a Barcelona, vete tú a saber. Bebe un poco de agua, si lo necesitas ,aunque tú siempre has sido una persona muy fuerte. Espero un poco a escribir mientras lo haces, no te preocupes, que espero. Vaya, no caía en que tú pararás de leer, hija! como ya sabes ,soy muy bruta, no me daba cuenta no es necesario. A lo que iba. Los abuelos, aunque abiertamente, están muy indignados, se los nota contentos de por fin, haberse librado de padre. Como dice la abuela:- pero qué oficio tuvo este gañán que no fuera preñar a la Claudia? Se le abrió el cielo con la hija del médico. Madre, puedes imaginar el disgusto, o eso creo ,ya sabes se casó muy enamorada de padre. Pero claro, a él, la redondez de sus carnes, no debe agradarle mucho para irse con la tal moza. Nuestras hermanas, más dadas al drama, llevan caldos a madre a la cama, y le agitan el abanico en todos los morros, que no sé yo, si no terminará con un catarro además de con un soponcio. Ya ves ,las cosas, están difíciles. Eso sí, a la hora de las comidas, casi silencio y como que nada ha pasado. La Mari, la criada, dice al chico del establo, al Pablo, que todo esto pasa porque somos una familia que no cree en nada, que el no ir los domingos a misa, más pronto o tarde, habríamos de pagarlo, y que normal que la gente nos hable, pero por el dinero del abuelo ,que no porque en el fondo nos quieran o respeten.

 Pancracio, el pobre, (menuda carta, para hacer solo un mes no te escribo, y espero recibieras, la anterior, que nada sé aún de ti) cayó por un barranco, mientras buscaba lagartijas, o eso dijo el pastor, que fue quien lo trajo a casa en el carro. Se dio un golpe en la cabeza, tremendo, traía la sangre seca y casi se lo comían las moscas, pues hasta las necesidades se había hecho encima. Y de nuevo, la abuela, siempre práctica, ha dicho ,que podría haber sido peor nos hubiera pasado a una de nosotras, que el pobre, en su desgracia, total, ya había nacido tonto, y como parece haberse quedado igual, poco ha pasado y mejor no haya quedado en cama.

 Marisa, sigue a todas horas escribiendo cartas de amor al chico de la carnicera. Parece abuelo verlo bien, como lo veía padre, que con las caras que le pone a la niña, vienen filetes en vez de rosas ,y dinero tenemos, y no precisamente es el abuelo Gerardo de no saber ver las oportunidades, así que, la dejan hacer y que el niño de la leche, le lleve al mozo tan perfumadas letras. Parece esta relación, no encierra los peligros de la Herminia, que ya sabes, el hijo de Saúl, era poco para esta familia, y si no es el cura, pasa la noche con ellos en la iglesia, a estas alturas, sobrinos tenemos, pero sin apellido paterno, y ya dice el abuelo ,una cosa es no ir a misa, y otra es que os revolquéis como perras en celo, por los prados sin pudor y sumiendo mi nombre en la inmundicia. Todo esto, me lo ha ido contando Herminia, que desde que te fuiste, me ha hecho su confidente. Me alegro mucho de que la casa sea tan grande, porque a veces, al pasar a dar los desperdicios a las cerdas, los he escuchado en el pajar. Tú fíjate cómo será la cosa! Ella me ha explicado ,que las mujeres que se creen decentes, y sus maridos, cierran la puerta del cuarto y las contraventanas, pero que su marido, la ama de veras, y esto, lejos de ser pecado, es amor, y que están orgullosos de amarse, dice ella, en cualquier parte, con luz y todo fíjate! De todos modos, no estoy yo muy segura, pero si la oigo gritar y decir ay, ay, ay! Yo creo la maltrata, como el de la pescadería a aquella mujer que se tiró desde lo alto del puente, el caso es que se la ve un color, que es la envidia de todas las casadas del pueblo.

 De mí, poca cosa puedo contarte, procuro no pincharme con la aguja a la hora de bordar, y que abuelo no se enfade como el día que nací, que ya era la tercera hembra que paría madre, y creo eso no me lo perdona nunca. Te digo también, que te echo en falta a la hora de acostarme, porque me gustaba me leyeras cada noche un rato y te rieras de mí que no siempre entiendo bien lo que me lees, y es que tonta, tonta, no soy, pero me acerco.

 Sin más, un beso grande y fuerte de tu hermana, que te quiere, Clara.
 --2013--
 
 
 
 
 
 

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