lunes, 2 de junio de 2014




Separó las piernas, para mí, para mi agrado. Vilano de los chopos su bello, suave, blando, abundante pero bien cuidado.
-Sabes qué vamos a hacer? Vamos a juagar, hasta que suplique.
Tomó una máquina de afeitar y un jabón en crema. Alargó hacia mí las manos.
-Rasúrame, hazlo, me excita que lo hagas. Pensar si vas a cortarme o no. Sentir tus manos al separar mis piernas y mi piel para ver mejor qué haces.
En este momento absorto, no hay para mí ya nada que no sea postrarme ante sus pies, ante sus piernas, su sexo y su piel. Que callen los poetas, los cantores. Que se seque el pincel de los pintores. Que quien sueñe pueda imaginarme, ante mi dios en estos momentos. Se llama amor y huele a artemisa, como la madre de toda hierba medicinal. Veneno, bebida y cura. Así es el lugar en el que me adentraré para devolverle al sol el color cobre que descansa en su piel.
 
 
https://www.youtube.com/watch?v=wFzniSrOmmA   Los Colores del Sol  Madredeus
 
 
 

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