https://www.facebook.com/olalla.castrohernandez?fref=ts
https://www.facebook.com/olalla.castrohernandez?fref=ts
Casi todas las mujeres que conozco han sentido vergüenza al ser agredidas, han pasado horas analizando su grado de "responsabilidad", han pensado que quizás estuvieran exagerando, que quizás había sido fruto de su imaginación. Pero el malestar, la rabia, el sentirse extraña en el propio cuerpo, la impotencia, el llanto, son muestras claras de que algo que no debía haber sido así, ha sido.
Con esto lo que intento expresar es que TODAS las mujeres sabemos lo que es sentirnos sexualmente agredidas. No sólo eso. Vivimos desde niñas con la conciencia de que podemos ser agredidas sexualmente, de que es algo a lo que estamos "expuestas" por el mero hecho de ser mujeres. Desde muy temprana edad, se nos enseña que no debemos hablar con hombres desconocidos ni irnos con ellos, que no podemos subir a un ascensor solas con un hombre, que volver solas a casa por la noche implica estar ojo avizor, ser precavidas, vigilar nuestras espaldas. Se nos enseña a vivir con miedo, a que la sombra de una violación nos persiga constantemente.ales de las tipificadas como "violaciones". En algunos casos, por fortuna, pudieron zafarse de sus agresores empleando toda su fuerza. En otros, no. En todos, es un hecho que ha marcado sus vidas, que ha requerido terapias, medicación y meses de aislamiento.
A pesar de todo esto, sigue siendo hoy una mujer agredida sexualmente la principal "sospechosa", la principal "culpable" de lo que le ha sucedido a ojos de la sociedad. Siguen siendo válidos, incluso para jueces y abogados, argumentos como que a la chica "la vieron en actitud cariñosa" con sus agresores. Sigue habiendo dudas cuando una mujer invita a casa a un hombre y es violada, cuando una mujer había consentido comenzar una relación sexual y en determinado momento ha dicho "basta", ha decidido que no quería continuar. A pesar de todo, una mujer que denuncia una agresión sexual sigue siendo la que ha de demostrar no ser "responsable" del horror que ha vivido, no ser culpable de lo que le ha ocurrido, no "habérselo buscado". Sigue siendo cuestionada, estigmatizada socialmente, puesta en duda por todos, dolorosamente puesta en duda.
Me resulta imposible que alguien pueda de veras creer que una chica a la que encuentran llorando y desorientada en un mísero terraplén, que una chica que es llevada a un hospital donde confirman que ha sido penetrada por cinco energúmenos, con signos de violencia, que ha sido grabada, humillada, pueda haber vivido esa experiencia como "sexo consentido". El sexo consentido no te hace llorar. El sexo consentido no te lleva a denunciar una agresión sexual.
Me parece devastador lo que está sucediendo. Devastador. Así es. Algo que me sacude por dentro y me desgarra. Algo que arrasa conmigo. Algo que ni siquiera alcanzo a poder explicar.
Solo quienes lo han vivido, saben de ese dolor. Jamás se va. Para colmo, el o los agresores, siguen con su vida como si nada. Si pueden ,te van a golpear por otro lado, así no sea el sexual. Buscan someter a la víctima, se justifican ante sí mismos y dudo tengan algún tipo de remordimiento, No os engañéis, no son enfermos, son, y sin ánimo de ofender a nadie, unos hijos de la gran puta. A lo largo de mi vida, he sufrido más de una agresión. Nadie me va a decir que yo provoqué nada, sobre todo ,porque en el principio ,no tenía edad ni conciencia para entender siquiera qué pasaba. Tampoco creo que al ir a pagar el alquiler, en una residencia de ancianos, sea una provocación y te soben por el pasillo y por no dar una santa hostia, al ilustrísimo, me zafé como pude. No me justifico, porque nada hice. Solo pido que estos aberrantes seres, paguen lo que hacen al jodernos la vida. Alguien va a compensar mis traumas y daños morales? Alguien va a devolverme la inocencia o la confianza? Por suerte, no todos los hombres son iguales. Pido justicia? A quién ? Cómo lo demuestras? Y si te acosa un vecino y no hay testigos y no era la era de los móviles para tener la prueba y después te da caña? Yo no sé el resto de las mujeres, pero esta mujer, ha pasado con creces la estadística del abuso o maltrato sexual y está hasta los cojones de tanto repito, hijo de la gran puta, sin ánimo de ofensa. Si parezco mal educada, pasad por mi piel un rato. He de vivir con esto, para el resto de mi vida, y ellos, siguen en sus cargos o familias tan ricamente. Me han acosado por redes sociales, de un modo sutil queriendo marcar mis pasos, queriéndome hacer entrar en amores que por ningún lado yo pretendía. En algún trabajo no os han exigido un uniforme demasiado corto o escotado o determinada manera de vestir que marque o enseñe un poquito más de lo que os gustaría?
Yo no tengo que esconderme ni demostrar nada, ni ninguna de vosotras, solo somos mujeres, con lo que engloba ese solo. Nada más que seres libres ,o es que nos l ovan a prohibir y decirnos cómo hemos de hablar, ser o comportarnos cuatro raritos?
Respecto a las parejas, no os han llamado frígidas ,reprimidas, o que se van a buscar a otra, cuando tal vez el problema eran ellos? Y si sigo, infinidad de ejemplos, pero repito, rompo una lanza por los hombres de verdad, los que sobre todo a las que hemos sido víctimas, nos ayudan a tirar los muros que nos protegen. Doy las gracias a los terapeutas y médicos que nos tienden una mano. Acaso hay alguien tan idiota que pueda creer que se puede engañar a un terapeuta de estos casos con dos pamplinas? Y por último, dos cosas a las mujeres. No te escondas, no has hecho nada, siéntete orgullosa de ser mujer. Comenzad, se puede vivir a días mejor, a ratos peor, no busquéis cualquier relación después por sentiros queridas o valoradas, no os conforméis con migajas, merecéis el pan completo. Y a las que les parece todo cuentos aberrantes os digo: QUE NUNCA OS PASE O QUE NO PASE A VUESTRAS HIJAS Y SERES QUERIDOS --Mar--
![]() |
https://www.youtube.com/watch?v=8Da8LKcN8oQ MAREA: Que se joda el viento |
https://www.facebook.com/olalla.castrohernandez?fref=ts
Intento respirar hondo, calmarme. Siento tanta rabia por todo lo que estoy leyendo que no sé si encontraré argumentos o sólo acertaré a escupir bilis. TODAS, y repito, TODAS las mujeres que me rodean han sido violentadas sexualmente alguna vez en sus vidas. Pudo ser en la pubertad, cuando algún adulto medio conocido aprovechaba para sobarlas y las instaba después a callar. Pudo ser en la calle, cu...ando las abordaron para intimidarlas verbalmente o las persiguieron de noche durante minutos, sólo por el placer de aterrorizarlas. Pudo ser en un espacio cerrado y público (en un autobús, en la cola de un establecimiento). Pudo ser de mil formas distintas y en mil lugares, pero el resultado siempre era el mismo: una sensación extraña, una mezcla de asco y rabia, un miedo paralizador. La sensación imprecisa de que algo que no debía ser así había sido. Todas las mujeres que conozco han sentido a lo largo de su vida sexual que han tenido relaciones que les dejaban mal sabor de boca, que no habían sido lo que deberían haber sido. Las hay que han seguido adelante "porque ya habían comenzado" (como si hubiera algún tipo de contrato que obligase a finalizar el coito una vez iniciado), las hay que no se han sentido respetadas ni tenidas en cuenta, las hay que se han sentido coaccionadas a llevar a cabo prácticas que no les apetecía realizar. Las hay que han tenido sexo cuando no lo deseaban, por el mero hecho de que sus parejas se lo "reclamaban" (por miedo a que dejaran de amarlas; porque también el "enfado" ante una negativa es una forma de coacción, de chantaje). Todas y cada una de esas situaciones comportan una agresión, más o menos grave.
Casi todas las mujeres que conozco han sentido vergüenza al ser agredidas, han pasado horas analizando su grado de "responsabilidad", han pensado que quizás estuvieran exagerando, que quizás había sido fruto de su imaginación. Pero el malestar, la rabia, el sentirse extraña en el propio cuerpo, la impotencia, el llanto, son muestras claras de que algo que no debía haber sido así, ha sido.
Casi todas las mujeres que conozco han sentido vergüenza al ser agredidas, han pasado horas analizando su grado de "responsabilidad", han pensado que quizás estuvieran exagerando, que quizás había sido fruto de su imaginación. Pero el malestar, la rabia, el sentirse extraña en el propio cuerpo, la impotencia, el llanto, son muestras claras de que algo que no debía haber sido así, ha sido.
Casi todas las mujeres que conozco han sentido vergüenza al ser agredidas, han pasado horas analizando su grado de "responsabilidad", han pensado que quizás estuvieran exagerando, que quizás había sido fruto de su imaginación. Pero el malestar, la rabia, el sentirse extraña en el propio cuerpo, la impotencia, el llanto, son muestras claras de que algo que no debía haber sido así, ha sido.
Con esto lo que intento expresar es que TODAS las mujeres sabemos lo que es sentirnos sexualmente agredidas. No sólo eso. Vivimos desde niñas con la conciencia de que podemos ser agredidas sexualmente, de que es algo a lo que estamos "expuestas" por el mero hecho de ser mujeres. Desde muy temprana edad, se nos enseña que no debemos hablar con hombres desconocidos ni irnos con ellos, que no podemos subir a un ascensor solas con un hombre, que volver solas a casa por la noche implica estar ojo avizor, ser precavidas, vigilar nuestras espaldas. Se nos enseña a vivir con miedo, a que la sombra de una violación nos persiga constantemente.ales de las tipificadas como "violaciones". En algunos casos, por fortuna, pudieron zafarse de sus agresores empleando toda su fuerza. En otros, no. En todos, es un hecho que ha marcado sus vidas, que ha requerido terapias, medicación y meses de aislamiento.
A pesar de todo esto, sigue siendo hoy una mujer agredida sexualmente la principal "sospechosa", la principal "culpable" de lo que le ha sucedido a ojos de la sociedad. Siguen siendo válidos, incluso para jueces y abogados, argumentos como que a la chica "la vieron en actitud cariñosa" con sus agresores. Sigue habiendo dudas cuando una mujer invita a casa a un hombre y es violada, cuando una mujer había consentido comenzar una relación sexual y en determinado momento ha dicho "basta", ha decidido que no quería continuar. A pesar de todo, una mujer que denuncia una agresión sexual sigue siendo la que ha de demostrar no ser "responsable" del horror que ha vivido, no ser culpable de lo que le ha ocurrido, no "habérselo buscado". Sigue siendo cuestionada, estigmatizada socialmente, puesta en duda por todos, dolorosamente puesta en duda.
Me resulta imposible que alguien pueda de veras creer que una chica a la que encuentran llorando y desorientada en un mísero terraplén, que una chica que es llevada a un hospital donde confirman que ha sido penetrada por cinco energúmenos, con signos de violencia, que ha sido grabada, humillada, pueda haber vivido esa experiencia como "sexo consentido". El sexo consentido no te hace llorar. El sexo consentido no te lleva a denunciar una agresión sexual.
Me parece devastador lo que está sucediendo. Devastador. Así es. Algo que me sacude por dentro y me desgarra. Algo que arrasa conmigo. Algo que ni siquiera alcanzo a poder explicar.
--Olalla Castro Hernández--
No hay comentarios:
Publicar un comentario