No soy yo la que te habita, es el amor que pasa de puntillas tejiendo encajes.
No soy yo, la que habla por tu boca, laque te ruega, la que te clama., no soy yo esa.
De ser, he de ser quien te desvele o te duerma entre sus brazos.
Ser sin estar y estando no ser más que tiempo, sin espacio, ser firmamento de tu casa, no hay techo.
Soy un soplo en tu labio, un roce en tu pie, una mano en tu mano,
soy silencio en el silencio.
Soy la que lo guarda, lo atesora, le pone nombre a las cosas sin materia.
No pongo cercos ni palabras, solo vivo en tu sangre, solo recorro por dentro el camino a tu cerebro.
Allí me recuesto a esperar un día con tormentas, esas que al mirar detrás de los cristales, traen mi reflejo. Ese es el amor tejiendo, ese es un momento de miradas en absoluto silencio, sobran las palabras.
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