Pero no intentes ver más allá de lo que hay. Sangre y carne minera, hija con orgullo de mi padre minero. Orgullosa de mi poca familia, la que yo elijo. Amante leal de la sombra de mi sombra. No creo en fronteras ni en marnias que aten la tierra, más nací en tierra astur coronada de montañas y llena de agujeros para sacar las entrañas negras de la diosa. Mis pasos, se hicieron antes por despreciados mercheros que me cedieron el amor a la libertad y la creación, al intercambio y a los que nunca negaré. Yo no me he comido la esperanza de mañana porque ni siquiera me lo planteo. Puedo llevar una bandera, pero tal vez ella me representa a mí, en fondo bermello alzada y mirando al lado del corazón. Puedo ser muchas cosas que nunca os contaré e incluso otras que no quisiera ser. Pero si algo me define claro y con orgullo, si algo soy, es heredera de los genes de guerreros que preferían morir por el tejo antes que perder su libertad, y el día que deje de pelear por lo que y por quien amo, ese día habré perdido mi esencia. El día que me avergüence de mis orígenes estrechos, el día que no hinche el pecho para gritar que mi padre es minero, ese día, que la diosa me lleve. Lealtad es la palabra si quieres acabar antes de describirme.
...Y si alguien toca a uno de los míos, nos toca a todos.
Agradecida a Luis Vil & Igor Arzuaga por su homenaje a la lucha minera en el año 2012.
https://www.youtube.com/watch?v=doI4mk1-uN0 Santa Bárbara bendita
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