lunes, 26 de junio de 2017

Mi marca





Atiborrado de pastillas para dormir no escribo yo si no mis manos.
Paseo delante de tu casa y meo en cada punto cardinal. Lo dejo claro, es mi territorio y lo marco. Estás dentro tú y nadie puede acercarse. Después de probar tus labios de hierba, tu piel de seda, tus caderas son mías y tu cuarto es el lugar en el que alimento mis demonios. Empiezo a pensar que hay dentro de mí un lobo aullando en mitad de la noche al quitarte la ropa y dejarte caer en mis brazos.
Los labios que antes te besaron no son nada ya, los mío te tatúan por dentro. Mi aroma en tu carne y el olor a hembra en las yemas de mis dedos le cuentan al amanecer que el pasado se queda atrás colgando de una cuerda. El muerto se balancea y orina su marca que de allí no va a pasar.

--Mayo--



No hay comentarios:

Publicar un comentario