sábado, 8 de julio de 2017

Ya no




https://www.youtube.com/watch?v=4Rh2Hzz24xc   Robe - Contra Todos



Viernes de lluvia, un fin de semana más en soledad.
Piensa en las flores de los meses de verano. Arrastras el carro viejo de la compra pensando. Es demasiado pesado para ti sola. Encima otra bolsa, la lluvia en el pelo y en los ojos. No hay paraguas aunque tampoco habría manos para sujetarlo.
Tú no estás aquí ayudando con el peso y con los gastos, pero ella puja con valor. Estarás ante un ordenador salvando al mundo,  o eso cuentas.
Quizá haciendo la compra con ella, no conmigo. Tú te has quedado en tu casa, ves la televisión tal vez, has de conocer las últimas noticias, esas que no cuentan que en lo más hondo de mi ser las tormentas arrasan con todo.
El carrito verde se tuerce al cruzar los charcos. Pero traigo tus cervezas, tus quicos y lo remato de silencio y dolor.
Hoy el teléfono tampoco va a sonar. Lo hará tarde, lo suficiente para que yo ya no pueda hacer planes ni agarrar el auto para ir a verte.
Todo el control lo tiene alguien que dices te repugna, pero duermes en su casa y ríes con mujeres que no soy yo. Al fin y al cabo, todas tienen entre las piernas algo que jamás te llenará porque el amor que te falta te lo has tragado, no está entre muslos y caderas, te lo has zampado como si fuera una tapa detrás de la última caña. Pero enarbolas la bandera, su palo, como si fuera un pene erecto eternamente, como si tú y yo no supiéramos que el amor es algo más que sexo, versos y risas. Que es más que una canción o una flor. Es el suicidio desde lo alto de un acantilado, es la última ola que te sumerge, es arrancarse la piel por perdonar o por amar. Es ahogarse en las palabras que pudieran dañar.
Me mentí en lo más profundo, quise creer que vendrías, que me amabas como yo a ti. Caí, rodé, no había forma de parar, de hacerte saber que nadie más ocupaba el fondo de mi alma, que nadie se reflejaba en mis ojos, que si alguien se fijaba era tu rostro lo que yo tenía en ellos. Naufragué, se cayeron las estrellas y toda la esperanza de vivir, de volver a amar se tornó noche sin luna, obscura profunda y llena de miedos.
No había ya nada que pudiera sacarme de la tristeza y la depresión.
Yo que creía el amor, ya no. Yo que pensaba que ibas a volver,  ya no. Yo que hubiera dado la mano y el alma por ver de nuevo contigo salir el sol, ya no. Nunca más volvió, se quedó contigo en un cajón.





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