martes, 4 de diciembre de 2018

Mar


Hay una ventana desde la que te veo parada, siempre por la orilla, por el agua, por los amaneceres y los grises de la tarde.
Nadie sabe que te miro, ni quizá tú misma, aún así, de qué modo posas sin quererlo.  Pierdes la mirada en las aguas, en un teléfono que suena y no soy yo.
Nunca contestas cuando estás aquí, estás fuera, en otro mundo. Piensas que este mar fue río, que todo parece ser igual pero nada es como el recuerdo se empeña en enseñarnos.
Mar entre tu pelo, aire entre tus manos. 
Se viene la noche, tú con ella.
Se va la luz, tú hace tiempo.
Si fuera mar para que tú fueras conmigo, sería leve para que entraras desnuda en mis aguas. Sería espuma para cubrir tu pecho de miradas, sería acaso, el sueño que te tiene desvelada.

--Mayo--

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