sábado, 24 de agosto de 2019




De aquel sublime modo me decía 
 -ven ! 
Y ya no había modo de respirar más que el humo de su boca. Comer su carne. Lamer la redondez de sus rodillas y suplicar a los dioses que me dejaran arder eternamente en su infierno. 

--Mayo--

No hay comentarios:

Publicar un comentario