A veces, si no hay amor, las caricias pueden parecer zarpazos. Sin que lleguen incluso a materializarse. No hay amor cuando no hay respeto ni confianza. No hay amor si no sueñas los mismos sueños jamás.
Hay un mundo lleno de estrellas que jamás veremos, van más allá de todo alcance humano. Y justo donde parecen tener fin, es ahí donde vivo. Incluso sin a veces moverme, puedo estar bailando con ellas. Hay veces que mis lágrimas no derramadas son polvo de ellas. Y cuando mi risa explota, cosa fácil, puedes adivinar que existe un mundo ,reservado, al que pocos acceden. Si un día abrí una puerta y lo dejé intuir, y no lo apreciaste, nunca más se abrirá a tu vista.
Hay mundos paralelos en mi entorno, al lado, incluso ahora mismo van y vienen personajes mientras escribo. Entrecruzo caminos de bosques con ellos, y la más de las veces, solo sentimos un soplo breve, un frío intenso, un sueño alado y que no recordamos, más sí recordamos el estado de dicha en el que nos sumíamos.
No es fácil hacer camino si no sale el sol adecuado ,la lluvia plácida ni la nube precisa. El viento, en ocasiones, no besa nuestra frente, pero empuja nuestros pasos.
Vives a ratos, una vida que no debes o no quieres. Es en esos momentos, cuando haces algo por los demás y solo recibes quejas, lloros, reproches, cuando tu supervivencia dice, anda a la mierda todo! Y dices las palabras, vete y las palabras basta. Y ya no pareces la princesa de los cuentos, si no la bruja mala. Y es lo que se merecen, dales tu manzana envenenada de sueños y lo que creen tu arrogancia. No es un asesinato del amor, porque tú no puedes sentir amor por quien no te respeta.
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