viernes, 7 de noviembre de 2014

Miro el teléfono, no suena




Al amanecer, seguía despierta. No podía recordar nada que no fuera tu voz. Ni tu rostro ni tu aroma. Te vi en el espejo mientras peinaba mis cabellos en una coleta mal puesta. Tengo ojeras obscuras, pinto mis ojos de negro...estoy tan bonita con la cara lavada cada mañana, y tú no lo sabes.
El café ahúma, pero me tomo el de ayer, frío y sin azúcar. No me reconforta de él nada. Por eso hago más, para que lo haga el olor a café por toda la casa.
Te hubiera dicho que si tomas uno o que si te queda tabaco, voy a salir y no te levantarás antes de que yo vuelva, pero nunca se sabe si  una llamada pueda despertarte. Ahí me paro y me digo que ya vale de tonterías y fantasías. Acaso hay dos personas en esta casa? Mi perra no toma más café que un sorbo del hueco de mi mano.
Se fue tu recuerdo, lo hecho al pairo al dejar marchar el agua por el fregadero -quito el tapón y da vueltas mientras se va al mar-
Me abrigo, subo el cuello. Hago algo distinto, me miro en el espejo antes de salir, suelto mi pelo, lo alboroto aún más. Me sonrío para engañar al día y a los dioses. Caen tirabuzones y bucles y estoy ante mí como si nada hubiera pasado jamás. Como si siempre hubiera cogido a mi destino por el cuello y lo hubiera doblegado contra el suelo.
Nunca me ha importado estar bonita o fea, pero hoy estoy o al menos, me veo, hermosa. Joven aún y libre. Cojo las llaves, el bolso y me lanzo a las escaleras tras un portazo leve.
Llueve afuera tenuemente, como si por caer de ese modo, la tierra fuera poseída de la magia del olor a mojado. El mar hoy huele a algas, la neblina, las gaviotas...la vida me espera con los brazos abiertos. Me gusta que algo me reciba así. Me lanzo en trompa a ella. Me sonríe en el cristal del coche. Otra catedral, otras piedras, a veces los mismos rostros.
Huele a leche caliente y me pongo otro café- esta vez lo templo-
Miro el teléfono, no suena, no hay mensajes en rojo, no me habla...y te vi de nuevo en la foto aquella que nunca borré. No te dije nunca, qué bien, has hecho café!!

 

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