sábado, 29 de noviembre de 2014

Pedí un ángel

https://www.youtube.com/watch?v=J0f63tEwkBE   Falling Slowly - Glen Hansard Lyrics ingles - español


 


Pedí un ángel en horas tempranas. Creí que los cielos no me habías escuchado. Caminé a medio paso tapando mi cuello con las manos, el viento sopla...
Pedí un ángel y su ala al mediodía me rozó, y cobró forma de hoja para dejarse ver. Se posó para que mi ojo no lo olvidara, se posó para que su recuerdo se quedara a vivir en mí.
Recogen hojas sin mucha gana barredores de tiempo, no saben que lo son, creen recogen inmundicia, debería estar prohibido recoger de los jardines las alas de los ángeles! Mañana darán vida y hoy a mí, me dan la alegría que me produce el color del otoño, la angustia que se queda en mi alma, a la altura del corazón.
Total, paso los inviernos en soledad, me preparo como la tierra para explotar en primavera.
Yo no quería sus alas para mí, solo necesitaba una caricia, como las que posé sobre el chiquillo que gritaba asustando a la gente, para eso las necesito, para calmar a otras almas, por eso necesito su cariño, para que yo lo reparta después. Para acariciar un rostro, para sujetar una barbilla, para que un hombro hundido, sea sujetado por mis manos. Para no dejar de ser humana y sensible, para no cerrarme pase lo que pase, para no dejar de ser yo, para poder ver la magia de los  momentos con esos transeúntes que solo son vistos cuando llega la policía o la ambulancia.
Poco me importa que mire la gente, poco me importa llegar tarde si he de sujetar a un hombre entre mis manos y mi sonrisa. Le hablo quedo, le hablo a él y agradezco se preocupe, sus palabras:
-perdóneme señor si me pongo así, es que no puedo más. Cuídela si es algo suyo, por favor...
Y las alas de ángel, me rozan todo el año ,portan la magia de la diosa. Me duele el alma, a veces, ya demasiadas, no lloro, me agazapo en mi silencio, el que conocen los que me aman. Mi papel es desplegarlas sobre las estaciones, poner colores ocres, verdes esperanza, como los corazones más amados. Yo no soy un ángel, yo no soy perfecta, solo soy su arco, su flecha, su guerrera y su loba. No desviará mi camino si no para que aprenda y me curta en el dolor, pero no para que me amargue, lo hace para que distinga el amor que no pide, el amor que da lo que tiene a mano. Una sonrisa, una caricia, un tiempo, una palabra, un saludo, esa conversación sobre las estaciones y el frío, los desayunos y el almuerzo. Solo lo que tiene a mano, que es todo, porque lo llevamos dentro de nosotros, lo demás, es secundario.

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