Nieva sobre la noche, la luz de las farolas. el hombre sin casa maldice mientras esconde en la memoria, los juegos de la niñez. Sale el vapor de las fauces de las chimeneas, de su boca ,niebla del alma. Es domingo y las madres sacan los abrigos que huelen a alcanfor. Los niños piden la propina. El cura, con olor a rancio, ya ni a incienso huele , maldice por lo bajo. ya nadie espala como antes para que él llegue sin problema hasta su templo a hacer el milagro del pan y la c...arne. El del vino se hace solo, en las calles, es sangre para aguantar el puto frío del norte. Nos hace recios el norte. El frío de sus noches, la soledad de sus montañas. Devora a nuestros hijos en las minas, a nuestros hombres en la mar. Yo quedo pensando en la hermosura de la nieve, fingiendo todo de pureza, como si lo blanco de verdad fuera puro. Pienso en el hombre de las manos heladas, quizá baje y le tienda un café, o un vino añejo de mis entrañas, esas que están guardadas sin alcanfor. Si se las comen los bichos, eso menos que quedará para ser quemado. Hoy la noche es menos negra, ya mi alma verá cómo se apaña.
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