martes, 20 de junio de 2017

Una madeja azul para crear



Imagen Mar Martín

No es fácil desangrarse en silencio, ahogar los gritos y las quejas. No llorar, no culpar, no hacer, no hacer es lo más difícil. Dejar dentro toda la furia que no es si no creación nuestra. Nuestra es la culpa y la sonrisa. No viene de fuera la ira, es un poco de cada uno de nosotros. Dejarla ir es sencillo, casi diría de débiles. Dejarla, paladearla, lidiarla, hacer con ella un pensamiento que no sea de alabastro, que sea humo, eso es para fuertes.
Domarla como a un caballo, caerte de ella, con ella y por ella, ayuda a apretar las piernas, no los dientes. Ayuda a dejar ir la cabeza a una madeja de lana azul. Tejes con ella, como si en ese instante, toda la creación estuviera en tus manos.
Es tan difícil crear, no todo sale bien ni todo es arte, ni siquiera todo merece la pena, pero al menos me he hundido intentándolo. No podrán decir que me dejé llevar por el remolino, y qué ganas tenía! Ni podrán decir que salté de aquel puente sin cuerda. Eso era para valientes, pero era tan fácil!
En esas noches en que sueñas todo como te hubiera gustado que fuera, son las noches más difíciles de llevar. La soledad y el dolor anidan en el pecho y dejan plumas en tu garganta. El alma duele, te mata el dolor, pero tienes una madeja azul para crear, no ese mundo que no fue, si no otro perfecto para ti.

--Mayo--



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