martes, 28 de junio de 2016

La puerta sigue abierta






La puerta sigue abierta como cada tarde al sol. No debe faltar mucho para la llegada de padre. Así que madre, mientras corremos fuera, sé que se lava la cara en la palangana, deja colgado el mandil y se arregla el moño, coqueta y tímida para él. No sabe que a veces, la miro por la ventana, canturrea y los ojos le brillan como a cada regreso. Él volverá silbando distraído, con la ramita de tomillo en la solapa, cada tarde el mismo rito. Ella sale, como levitando, se apoya en el marco y suspira impaciente por verlo llegar. Cuando respira hondo, cuántas veces he pensado que huele el tomillo que él trae para ella. y de todas aquellas tardes de junio, apenas queda ya el marco, la puerta y su recuerdo, ahora mío. Todo sellado con los besos más dulces que a nadie más dio.


--Mayo--

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