Fue demoledor, eso fue lo primero que pensé.
Era una persona, parecía buena persona, que aparentaba delicadeza, que aparentaba serenidad. Estaba embutida de pastillas, al punto que su boca se ponía pastosa y a veces le costaba hablar.
Pero allí estaba, comiéndose su porción de mundo. Después de darme mil consejos, después de mentirme, ella, la que era fiel ,resultó no serlo, pero eso a mí me importaba poco, lo que me parecía demoledor, era como a pesar de mentirles a todos, el de siempre, seguía enviándola mensajes de amor y además, la quería y siempre que podía, estaba.
Seguía yendo a visitarla y aunque se quedaba pocas veces la noche entera, no faltaba su llamada diaria para despertarla, ni su llamada de
-saliste a descansar?
Sigo perpleja, de cómo se puede mentir tan descaradamente y recibir amor a raudales.
Yo no suelo mentir si alguna vez lo hice, por evitar algún dolor o mal mayor. Hace unos meses, tal vez tres, recibí una llamada. Recién cogía el teléfono en ese momento y al ver de quién era, casi se me cae de las manos. Era de noche, el frío, que lo hacía, y lo sé porque salí descalza, no me hizo mella hasta que volví a entrar.
Justo esa llamada que cada día esperé, o un mensaje, o un algo caído del cielo o tirado por un platillo volante. Justo ese día llegó. El corazón por libre, la respiración , ni lo sé. Balbuceos como una tonta...
Qué tiene de extraño? Que después de seis meses en que me volví loca, en los que tiré de cosas que me venían demasiado grandes, y justo cuando cedí, aunque nunca perdí la esperanza, llamó? No, lo que no sabía cómo decir, es que llevaba tres, tres días! ni uno más, intentado vivir, y comencé un intento con un hombre que ahora no viene al caso, pero que siempre supo de él, que siempre supo lo amaba, que siempre supo que mi mirada y mi alma no estaban allí.
Yo que no suelo mentir, me vi de repente transportada a algún infierno que no sé describir.
Aquello no funcionaba, si alguien no sale, alguien no entra, más una persona que te respeta y quiere, desea seas feliz, y se apartó del camino.
Bueno, el resto, tampoco tiene demasiado interés. Yo, creo nunca fui desleal, solo intenté vivir, así me lo había pedido. Nunca lo negué, no pasó un día que no lo nombrara mil veces. Antes de retirarme cada noche a morir un rato, escuchaba su voz en un mensaje que tenía, y miraba sus fotografías. Se me rompió el alma cada día, y no podía parar, tenía tanto de qué reponerme...
En el amor no me ha ido nunca bien. tuve pareja y todavía tengo cuernos para colgar abrigos, labios para coser y dolores por reponer. Las mentiras y las humillaciones las tuve por toneladas, Pero volví a ello, y simplemente, no buscábamos lo mismo. Lo mío, es correr, lo mío es no dormir en la noche, lo mío es de mirar parece ser, y volví a quedarme sola, salvo algo fugaz que fue la peor experiencia de mi vida.
..Y llegó un mediodía, hace ya dos años, y por mi parte, nunca se ha ido estuviera o no.
Pero no pudo con esto.
Y yo me pregunto, es mejor mentir a la persona que amas? Es mejor ir de cuerpo en cuerpo por soledad? No es lo mío. Qué es mejor, ser sincera y matar, o mentir y vivir con esa mentira cada vez que veas sus ojos?
Yo elegí dañar, no matar, pero lo hice. Tal vez tanto como él me mató a mí en aquellos meses en que ya no sabía qué pensar. No me podía haber mentido, no podía haberme dicho todo aquello si no lo sentía...él no! Él era diferente.
La cosa es, yo sigo sacando ovarios no sé de dónde, con esa laceración en el pecho y en el alma, más no como entonces, ahora es peor. Casi llegué a pensar nunca jamás me dijera ni una palabra y de repente la luz volvió a ser luz, poco tiempo, pero brillaba tan hermosa como siempre. Creí era por fin mi tiempo de esperanza. No pedía estuviera, no pedía dejara nada, solo el tiempo que sobrara.
Tal vez debí pedir? Yo creo no se debe pedir, la libertad de amar en la que creo ,te lo da, no hay que hacerlo. La confianza, la complicidad...el amor a mi entender, no es solo cosa de cuerpos, lo es del alma. Y si me hubiera dicho:
-me acosté con alguien, no viene al caso..
pero me demuestra que yo soy amada, y que aquello es una necesidad de afecto, de matar algo dentro de sí en mi ausencia? Me lo pregunté mil veces y mil di la misma respuesta. Si me ama a mí, no tiene importancia.
Y lo sigo viendo de esa manera. La lealtad, firmeza y amor de mi alma, está por encima de esas cosas. No hablo de que cada día haya otra persona, hablo de algo como lo expuesto.
Qué hubiera hecho la mayoría?
Eso ya poco importa.
Pero es demoledor para mí ver a diario, ver en mi cercanía a veces como engañan, mienten, una tras otra, una tras otra...y ahí están, acompañadas, abrazadas en medio de la noche. De paseo de la mano. La suerte de apartar un pelo de la cara, de preparar un café y de mirarse en los ojos, que de algún modo se reflejan en ellas. Es demoledor ser sincera, nunca aprendo, ni pienso hacerlo. Tal vez cueste estar solo, pero siempre lo he estado, no es esa soledad la que me duele, es la que se pudo evitar. No es eso lo que me mata, lo que me mata, es como siempre ,el tiempo y el silencio, pero eso es otra historia para otro noche.
No duermo porque me acostumbré a velar, para que el hombre malo no abusara de mí...Eso me dejó muerta y sola, pero me enseñó a respetar mi cuerpo para si algún día llegaba, no tuviera nada que reprocharme.